EL MERCHANDISING EN LOS SUPERMERCADOS
En los grandes supermercados no hay casualidades. Todos los detalles, por
pequeños que sean, están bien pensados: la ubicación de las estanterías, las
promociones, las personas conocidas que promocionan los productos, la música,
las luces… El merchandising crea técnicas para llamar la atención y hacernos
llenar el carro de la compra.
Cada vez son más las compras que realizamos en las grandes
superficies. Las carnicerías, pescaderías y pequeños comercios de barrio tienden
a desaparecer ante la invasión de las grandes superficies donde podemos
encontrar tiendas de ropa, cafeterías, salas de cine, y cómo no, supermercados.
Estos últimos utilizan gran variedad de trucos para que, sin que nos demos
cuenta, llenemos de manera impulsiva los carros de la compra. Leer atentamente
las siguientes indicaciones, son consejos para no caer en la tentación y llenar
el carro sin necesidad.
Normalmente entramos a los supermercados dejando la caja registradora a nuestra derecha. Los especialistas en merchandising saben que tendemos a girar la cabeza hacia la derecha y por ello, aprovechan para colocar los libros, la ropa y los productos que no son tan necesarios en esa dirección.
Una vez dentro, nos hacen recorrer todo el pasillo y colocan los productos más necesarios (el pan, la leche…) desperdigados por todo el supermercado, de esta forma nos obligan a recorrer todo la superficie.
Las estanterías se dividen en tres alturas:
una a la altura de los ojos,
otra a la altura de las manos y
a la tercera a la altura de los pies.
La altura de los ojos: Es la altura natural, donde siempre dirigimos la mirada. En estas estanterías colocan los productos que menos se venden y los caprichos.
La altura de las manos: Es la altura que menos esfuerzo requiere para coger los productos.
La altura de los pies: Es la que más cuesta y donde colocan los productos que más necesitamos.
Está comprobado que los productos con precios que terminan en 5, 7 y 9 son más atractivos.
La media horaria para hacer las compras en un supermercado es de 55 minutos. La música es un factor que puede acelerar o ralentizar la estancia en un supermercado. El rock, por ejemplo, nos lleva a acelerar las compras.
En general el carro de la compra siempre tiende a girarse hacia la izquierda. En consecuencia, normalmente agarramos el carro con la mano izquierda y tenemos la derecha libre para llenar el carro de productos.
Los supermercados se dividen en zonas calientes y frías. En las zonas frías las ventas son más bajas que en las zonas calientes y los vendedores y vendedoras aprovechan esta circunstancia para repartir los productos que menos necesitamos en las zonas calientes.
En las zonas donde hay productos nuevos suelen colocar cámaras de video para analizar el comportamiento de los clientes.
Normalmente entramos a los supermercados dejando la caja registradora a nuestra derecha. Los especialistas en merchandising saben que tendemos a girar la cabeza hacia la derecha y por ello, aprovechan para colocar los libros, la ropa y los productos que no son tan necesarios en esa dirección.
Una vez dentro, nos hacen recorrer todo el pasillo y colocan los productos más necesarios (el pan, la leche…) desperdigados por todo el supermercado, de esta forma nos obligan a recorrer todo la superficie.
Las estanterías se dividen en tres alturas:
una a la altura de los ojos,
otra a la altura de las manos y
a la tercera a la altura de los pies.
La altura de los ojos: Es la altura natural, donde siempre dirigimos la mirada. En estas estanterías colocan los productos que menos se venden y los caprichos.
La altura de las manos: Es la altura que menos esfuerzo requiere para coger los productos.
La altura de los pies: Es la que más cuesta y donde colocan los productos que más necesitamos.
Está comprobado que los productos con precios que terminan en 5, 7 y 9 son más atractivos.
La media horaria para hacer las compras en un supermercado es de 55 minutos. La música es un factor que puede acelerar o ralentizar la estancia en un supermercado. El rock, por ejemplo, nos lleva a acelerar las compras.
En general el carro de la compra siempre tiende a girarse hacia la izquierda. En consecuencia, normalmente agarramos el carro con la mano izquierda y tenemos la derecha libre para llenar el carro de productos.
Los supermercados se dividen en zonas calientes y frías. En las zonas frías las ventas son más bajas que en las zonas calientes y los vendedores y vendedoras aprovechan esta circunstancia para repartir los productos que menos necesitamos en las zonas calientes.
En las zonas donde hay productos nuevos suelen colocar cámaras de video para analizar el comportamiento de los clientes.
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